Dos (o más) claves para la ganadería rentable
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Si bien nada es verdaderamente simple en ganadería, hay claves fundamentales para ser rentable y, por consiguiente, sustentable
Muy simplemente, las claves para la ganadería rentable son el buen manejo del pastoreo y vacas bien adaptadas al lugar.
Sin embargo, es un tanto más complejo. Nada es más importante para la rentabilidad de la explotación que la “carga animal” y la “tasa de reproducción” del rebaño que constituye esa carga animal. Se pueden decir muchas otras cosas pero al final del análisis estas dos variables, la carga animal y la tasa de reproducción, definen la rentabilidad.
A veces me pregunto si algunos de los productores cuyo manejo observo realmente comprenden que sin rentabilidad terminarán quebrados y perdiendo el rancho; o, alternativamente, continuarán subsidiando la actividad ganadera con beneficios de otros emprendimientos y/o con su propio trabajo sin recibir pago alguno por dicha tarea. Pareciera que algunos solo están interesados en andar a caballo y en ser un vaquero; otros intentan criar “buen ganado” mientras su definición de “buen ganado” no es muy clara y a menudo no se relaciona con la economía de la verdadera ganadería.
Ahora bien, espero no haber ofendido a nadie al extremo de no terminar de leer el artículo –no hay nada de malo en ser un buen vaquero y montar un buen caballo cuando es necesario, o en criar “buen ganado”. Pero esto no puede ser lo único.
Piense en alguno de los objetivos del rancho más relacionados con la rentabilidad:
- Reducir la alimentación suplementaria y aumentar los días de pastoreo
- Hacer pastoreo hasta bien entrado el invierno y quizás durante todo el invierno
- Vacas en buena condición y con buena fertilidad a partir de una mínima alimentación suplementaria
- Una alta relación vaca por empleado
- Menor superficie para alojar una vaca en su establecimiento
- Vacas que dan cría tempranamente, no se enferman y no requieren atención, tienen buen temperamento y siempre dan origen a un buen ternero en su entorno y con su manejo
¿De qué manera el manejo de pasturas y vacas bien adaptadas ayudan a lograr estos objetivos?
Conozco varios ganaderos que con buen manejo del pastoreo han construido capacidad de carga adicional (la cantidad de comida disponible) y con ello han duplicado la carga animal (la cantidad de alimento consumido).
Sin embargo no se dan por satisfechos. Su capacidad de manejo y de observación continúa mejorando y se benefician de efectos “acumulativos y en cascada” de cambios implementados con anterioridad. Ahora están trabajando en triplicar la carga animal original.
Naturalmente, la capacidad de carga debe preceder el incremento en la carga animal. Cuando la carga animal se duplica y no hay adición de equipos, empleados o instalaciones, el gasto general por vaca se reduce dramáticamente –casi a la mitad. Piense en el impacto económico de duplicar su tasa de carga animal. Habrá alguna necesidad de provisión adicional de agua y más boyeros eléctricos simples y de bajo costo. Habitualmente, estos costos son bajos y tienen un recupero muy rápido.
El mayor costo es comprar vacas adicionales o que por implementar una mayor retención de vientres las mismas no estén disponibles para la venta mientras la tasa de carga animal está en crecimiento. Sin embargo, la capacidad de carga requiere de algún tiempo para crecer. De modo tal que Usted estará incrementando la carga animal lentamente en el tiempo y no de una sola vez.
No confundir “densidad de carga” con “capacidad de carga” o “carga animal”. La densidad de carga es la cantidad de animales sobre una superficie determinada en un momento del tiempo.
Usted puede tener 1.000 vacas en 40 Ha. hoy y mañana poner las mismas 1.000 vacas en 20 Ha. Usted acaba de duplicar la densidad de carga pero no cambió la capacidad de carga del establecimiento ni la carga animal. Una alta densidad de carga puede producir un efecto manada que mejorará el funcionamiento de los procesos ecológicos y permitirá futuros incrementos en la capacidad de carga.
En la medida en la que Usted introduce cambios en el manejo del pastoreo, re-agrupando el rodeo en una menor cantidad de manadas de más animales, en potreros más pequeños y con movimientos frecuentes de potrero a potrero, las vacas necesitarán adaptarse –Usted necesitará adaptarse. Si, al mismo tiempo, Usted espera que las vacas pastoreen cada vez más y más días cada año y que consuman cada vez menor cantidad de alimentación suplementaria, las vacas deberán adaptarse aún más.
Usted encontrará que algunas vacas se adaptan mejor que otras al cambio. Aquí se presentan dos alternativas, separar las que no se adaptan o ayudar un poco al proceso con algo de alimentación suplementaria. La mayoría de nosotros ha elegido un camino intermedio en el comienzo pero siempre teniendo como norte una menor suplementación. Esto requiere la separación de las vacas correctas e ir reduciendo la suplementación con sumo cuidado. Usted notará que las vacas más pequeñas se adaptan mejor a estos cambios. Esto permitirá futuros crecimientos en la carga animal.
Chip Hines, un ganadero y escritor retirado, se pregunta: ¿si una vaca puede hacerlo por qué no todas?
Esta es una muy buena pregunta. Usted notará que alguna de sus vacas puede adaptarse muy bien al nuevo método de pastoreo –mayor densidad de carga, movimientos más frecuentes, etc., combinado con la menor suplementación con rollo u otros suplementos. Por el contrario, otras no quedarán preñadas o no criarán tan bien su ternero.
En la medida en la que Usted mejore su práctica de pastoreo y sus vacas estén más adaptadas a su lugar y manejo, Usted podrá pasar el invierno con una suplementación mucho menor. Las vacas mantendrán una mejor condición corporal.
Mediante la separación de las vacas que no dan cría a medida que se reduce la suplementación, Usted encontrará que algunas vacas pueden llegar a adaptarse si los cambios se hacen más lentamente. Simplemente, sea cuidadoso de elegir toros que no deshagan lo que la tarea de separación de vacas está tratando de lograr.
Debido a que las vacas son re-agrupadas en menos manadas que reúnen más ejemplares y que son alojadas en potreros más pequeños, el requerimiento de mano de obra por vaca disminuye significativamente.
Hasta aquí solamente he rascado la superficie de como vacas bien adaptadas y el manejo del pastoreo se apoyan mutuamente y contribuyen a la rentabilidad. En la medida en la que Usted mejora en ambas dimensiones sus vacas estarán cada vez más próximas a encuadrar en la definición económica de “una buena vaca”. Su tierra y su suelo estarán mejorando y Usted estará criando más vacas en el mismo establecimiento.
Fuente: Por Burke Teichert para Beef Magazine
About Alejandro Cabrera
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