Angol, de granero de Chile a nuevo centro de crecimiento frutícola nacional

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Según cifras del Catastro Frutícola Odepa-Ciren, en los últimos 20 años, la superficie plantada con frutales en Chile ha aumentado a una tasa media anual de 3,2% entre 1999 y 2019, desde 182.000 hectáreas, a más de 340.000 hectáreas. Todas las regiones han registrado un aumento en su superficie, destacando alzas en las superficies de cerezo (13,2%), nogal (9,3%), avellano (39,8%), olivo (11,4%) y arándanos (23,8%). Gracias a estos crecimientos, entro otros cultivos, Chile es una potencia agroexportadora desde los años 90, llevando al sector a ser el segundo motor de exportaciones del país, luego de la minería. 

Sin embargo, en estas últimas décadas, cambios climáticos globales, pero particularmente locales han llevado a Chile a pasar por una gran sequía, afectando fuertemente el crecimiento de plantaciones frutales en la zona centro y al norte de Santiago (Km 0).  Por otro lado, nuevos países sudamericanos se han incorporado al boom agroexportador como Peru y Colombia, que rápidamente toman posiciones de mercado que antes eran exclusivas de Chile, con cultivos como uva de mesa, palta y arándanos. Sin embargo, estos países están situados en latitudes más bajas y cercanas a los trópicos careciendo de climas fríos con superficies relevantes (salvo áreas menores y fragmentadas en Los Andes) para cultivar grandes extensiones de cultivos con requerimientos de horas frío como son las manzanas, cerezas, carozos (duraznos y nectarines), nogales, avellanos, castaños, entre otros.  

Esta nueva realidad ha generado una reconversión y desplazamiento de la matriz productiva frutícola de Chile mucho más al sur de Santiago, con la región de la Araucanía como nuevo polo de crecimiento con una tasa de crecimiento superior a las 700 hectáreas anuales en los últimos 12 años. 

La región, dividida en dos provincias (Malleco por el norte y Cautín por el sur), se torna atractiva y necesaria para el crecimiento frutícola pues cuenta con abundancia de horas frío-invernales (< 7°C), pero también buena acumulación de días grado (> 4,5° o 10°C) en primavera, abundantes lluvias, ríos y lagos para el riego, excelentes suelos y buena conectividad a carreteras, aeropuertos y puertos, además de una larga tradición agrícola.

En esta nueva frontera frutícola chilena, las zonas al norte de Temuco (en la latitud 38° Sur  – 680 km al sur de Santiago), resalta el microclima de Angol ( 37.8° latitud Sur) que aparece desde hace más de 150 años como un centro agrícola de excelencia. Esta condición se da por la presencia de la cordillera de Nahuelbuta al oeste, que capta las copiosas lluvias provenientes desde el océano pacífico, confiriendo a Angol y Renaico con un clima más seco, muy propicio para la producción de fruta y viñas.  Este clima mediterráneo seco en verano además cuenta con una gran oscilación térmica entre el día y la noche que se traducen en una fruta de muy buen color y mejor condición de postcosecha, sin tener los excesos de radiación, ‘golpes de sol’ o daños en la piel de la fruta, como sí ocurre más al norte en zonas frutícolas como Curicó, Rancagua o Santiago.

La cordillera de Nahuelbuta está conformada por un macizo de unos 100 km en la dirección norte-sur y 70 km en la dirección este-oeste, con su punto más alto cercano a los 1400 msnm, con una meseta bastante extensa alrededor de los 1000 msnm, reteniendo las nieves en las partes altas que generan vertientes hacia los valles inferiores. La precipitación anual en este punto más alto está sobre los 3000 mm/año, en contraste con las zonas bajas al oriente con alrededor con unos 1000 mm/año a 200 msnm, con un clima privilegiado en los valles y planicie central con temperaturas que van de 4 °C a 26 °C y rara vez baja a menos de -1 °C o sube a más de 30 °C

El auge de la fruticultura moderna en Angol durante el siglo XX ha atraído importante inversión local y extranjera, que, pese a ciertas reivindicaciones territoriales de grupos indígenas en otras zonas de la región, en Angol ha crecido y convivido en armonía por décadas. Siendo una de las mejores zonas de Chile para producir manzanas ya desde los años 1960, no es sorpresa que hoy Angol posea una gran infraestructura de proceso y frío instalada, junto con poderes compradores de larga tradición también en otros cultivos como cerezo, manzano, nogales y berries, y otros de gran proyección como almendros, olivos y vid vinífera. Esta condición ha atraído a grandes compañías frutícolas a instalar sus plantas de proceso y huertos productivos en la zona. Por nombrar algunos, Exportadora San Clemente, Frusan, San Francisco – Garces Fruit, Viveros Copequen (David del Curto), o el referente local Frutícola Angol o CHISA – Chilean South Apples, entre muchos otros. 

Finalmente, la zona tiene también un atractivo económico, no común en otras zonas frutícolas: Las energías renovables, y en particular la eólica. La región y específicamente las comunas de Renaico, Angol, Ercilla y Carahue cuentan con un potencial el equivalente a 1.933 MW, situando a esta zona como una de las más prometedoras en cuanto a generación de energía limpia en Chile.  Por ejemplo. la comuna de Renaico al norte de Angol, la abundancia del recurso viento, las condiciones geográficas de la zona y la buena convivencia e interaccione con los vecinos, especialmente agricultores que ven en esta actividad una fuente adicional de ingresos y uso alternativo del suelo, permitieron poner en marcha el año 2016, el Parque Eólico Renaico, compuesto por 44 aerogeneradores y una potencia de 88 MW.

Central Frutícola Santa Olga, Angol
San Clemente construyó su segunda planta de packing y frío en la región de La Araucanía, para suplir la necesidad de servicios de proceso de fruta dado el constante crecimiento productivo de los campos de la zona, propios y de terceros. Esta planta cuenta con una línea de manzanas de 7 vías y una línea de embalaje y producción de cerezas de 12 vías. Su capacidad máxima de proceso es de 260 toneladas de manzanas al día y 110 toneladas de cerezas al día.
Central Frutícola Santa Olga, Angol
San Clemente construyó su segunda planta de packing y frío en la región de La Araucanía, para suplir la necesidad de servicios de proceso de fruta dado el constante crecimiento productivo de los campos de la zona, propios y de terceros. Esta planta cuenta con una línea de manzanas de 7 vías y una línea de embalaje y producción de cerezas de 12 vías. Su capacidad máxima de proceso es de 260 toneladas de manzanas al día y 110 toneladas de cerezas al día.

Fuente: https://sclem.cl/infraestructura/region-araucania/ 

Angol, comuna en la frontera norte de la Araucanía, y el inicio de la frontera sur de la nueva fruticultura en Chile. 

Fuente: Gustavo Cardemil GCA

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About Gustavo Cardemil

Gustavo is the Managing Director & Founding Partner of Asesorias del Agro GCA Ltda, a niche consultancy firm specialized in Financial advisory, rural real estate, and services for the agricultural sector since 2015. Gustavo is a multidisciplinary professional, with more than 20 years of experience in agriculture and finance, with a vast knowledge in management, strategy, banking and rural financial risk assessment in Chile and Peru.

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